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Fira de Girona
El Palacio de Ferias de Girona situado en el Parque de la Devesa, auténtico pulmón de la ciudad, es un edificio de dos plantas que se ajusta al máximo a los límites físicos del terreno y se compone de un rectángulo acabado en media circunferencia, que configura un espacio de forma basilical.
La planta baja es un espacio completamente regular, a un solo nivel, solamente interrumpido por una serie de pilares que delimitan la gran nave central de la superficie situada alrededor. La planta superior es un amplio espacio perimetral entresolado que actúa, indistintamente, como zona de exposición y/o como espacio-deambulatorio con vistas sobre el gran patio central. Las dos plantas terminan en un absis que dan lugar a la implantación del bar y del restaurante. El acceso de una planta a la otra se efectúa a través de dos escaleras semicirculares simétricas situadas a ambos lados de su eje transversal, complementadas por una tercera que se erige helicoidal en el núcleo del ábside. Se trata de un equipamiento dotado de las necesarias medidas de seguridad y confort, con gran capacidad de adaptación, lo cual permite transformarlo de acuerdo a las exigencias de cada proyecto, al objeto de brindar el mejor servicio al usuario.
Desde un punto de vista comercial y turístico su emplazamiento es inmejorable ya que comprende -en un radio de 100 Km.-, ciudades como Barcelona y Perpiñan, toda la Costa Brava y la parte más oriental del Pirineo Catalán. La ciudad se encuentra perfectamente bien comunicada: es accesible a través de la autopista A-7, la carretera N-II, el "eix transversal" de Catalunya, el ferrocarril y el aeropuerto Girona-Costa Brava. La inminencia del Tren de Alta Velocidad mejorará -si cabe- su estratégica ubicación. |
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