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Huesca
En la Ciudad de Huesca, comienzan las llanuras que descienden suaves al Ebro y nacen las primeras cimas que se levantan impresionantes al Pirineo. Confluyen en su comarca, la Hoya, y aquí se funde la esencia del aragonés: planas amables y acogedoras, montañas orgullosas y nobles.
Huesca, capital del Alto Aragón, se presenta como una pequeña urbe con todos los servicios y equipamientos para procurar una estancia agradable y diversa. Conserva su sosiego y cercanía, guarda un pasado milenario e invita a vivir sus tradiciones, mientras incorpora las más novedosas vanguardias y muestra su vitalidad.
Sus gentes abiertas y amables hacen que sea una ciudad hospitalaria, con gran calidad de vida.
Adentrarse en el casco urbano de Huesca, realizar rutas monumentales, gastronómicas, disfrutar de su cultura, de sus pueblos, de sus gentes, practicar todo tipo de actividades está a tu alcance.
Huesca conserva el tesoro de su historia milenaria, en calles, restos arqueológicos, edificios.… desde que acogió al hombre en era remota hasta hoy. De su esplendor nos habla la ibera Olscan o Bolscan, sobre el actual Casco Antiguo, que acuñó las monedas con el jinete que es escudo oscense, y la romana Osca, cuna de San Lorenzo y capital del estado de Quinto Sertorio, que alumbró la primera "Universidad". Las estrechas calles, entre murallas, dan idea de aquel trazado urbano.
Huesca y su comarca constituyen un espacio abierto, aún por descubrir en su belleza y en sus múltiples posibilidades para una estancia reposada o de ocio activo y deportivo. O también para alternar ambas, disfrutando singulares rincones y edificios de la ciudad y los pueblos, el recuperado patrimonio artístico y natural, la peculiar configuración del paisaje, único y diverso, la emoción de una naturaleza viva. |
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